Podología General

Servicios de podología general ofrecidos por nuestra clínica

Mediante la quiropodia, en la clínica podológica de la Avenida Donostiarra eliminamos las callosidades y las alteraciones en las uñas de los pies, con el fin de eliminar dolencias provocadas por la presión y/o el roce de las mismas contra los zapatos, para evitar el dolor que provocan y futuras lesiones.

Estos tratamientos se realizan de forma manual utilizando material estéril, envasado individualmente para cada paciente, y así garantizar y cumplir con todas las medidas higiénico-sanitarias que obliga la Ley.

Heloma (Callo)

El heloma es una alteración de la piel producida por una presión de ésta sobre un punto óseo contra el calzado, tanto a nivel dorsal como plantar. Los más habituales son los que aparecen en el quinto dedo y en la planta de los pies. Es lo que se conoce como callo.

En esta zona de la piel se esta produciendo una acumulación de queratina, que le suele dar un tono amarillento, que corresponde a la compactación de células muertas en la epidermis. Si se somete a mucho roce o presión pueden dar lugar a enrojecimiento e inflamación con el consiguiente dolor.

El engrosamiento se produce en profundidad y es lo que se conoce como clavo, núcleo o raíz.

Existen varios tipos de helomas, uno de los más comunes es el interdigital o más conocido como “ojo de gallo”. Se produce por el roce y la presión entre dos huesos (cóndilos) debido a la presión lateral excesiva del calzado.

Otro es el heloma neurovascular, el núcleo presenta en su interior terminaciones nerviosas y vasculares, lo que produce mucho dolor e incluso sangrado al deslaminarlo.

Los helomas pueden aparecer en los sitios más insospechados, como por ejemplo en los surcos de las uñas e incluso debajo de ellas.

Hiperqueratosis (durezas)

Es una hipertrofia o hiperplasia de la capa córnea. Hay un aumento de células epidérmicas que dan un aspecto de engrosamiento de la piel. Son lo que conocemos como durezas.

Se aprecia un grosor, cambio de coloración (amarillento traslucido), endurecimiento, sequedad y generalmente no suelen dar mucho dolor pero si dan molestias con sensación de quemazón.

La causa es la presión o la fricción intermitente del pie en varios planos. Está producida por causas intrínsecas (la patomecánica del pie) y/o extrínsecas (mal apoyo por algunos tipos de zapatos).

Papilomas (verrugas plantares)

La verruga plantar o papiloma es una lesión benigna de la piel producida por la infección del papiloma humano (VPH).

Se suelen recubrir de un tejido queratósico que hace que se confundan con el heloma. Cuando aparecen en zonas de apoyo del pie suelen ser muy dolorosas y el crecimiento de la verruga suele ser intrínseco, lo que hace que el dolor sea cada vez mayor. El paciente tiene la sensación de haberse clavado algo.

Onicocriptosis (uñas encarnadas)

Es lo que se conoce como uña encarnada. Es una afección de la lámina ungueal que cursa con dolor e inflamación de los pliegues laterales de las uñas.

Si no la tratamos a tiempo puede llegar a infectarse.

Suele estar producido por un corte inadecuado de la uña, el uso de un calzado inapropiado, por un traumatismo o micro traumatismos repetitivos, hipertrofias de los bordes ungueales, malformación de la lamina ungueal, genética, alteraciones propias del envejecimiento, ...

Onicogrifosis (uñas hipertróficas)

Es una uña hipertrófica. Se produce un engrosamiento y endurecimiento de las uñas. Si se dejan, puede llegar a formarse como una especie de “cuerno”.

Es una afección de la lámina ungueal que produce un engrosamiento. Suele estar producido por micro traumatismos repetitivos, algún trauma e incluso alguna patología ósea.

Onicomicosis (hongos en las uñas)

Son hongos en las uñas. Habitualmente son infecciones crónicas y progresivas que afectan principalmente al primer dedo del pie. Suelen estar producidas por tres tipos de hongos: dermatofitos, levaduras y mohos no dermatofíticos.

Existen diversos factores que condicionan la aparición de estas infecciones. Tenemos factores endógenos como puede ser la diabetes, inmunopatías, enfermedades vasculares periféricas, la edad etc. y factores exógenos como una mala transpiración, calor, exceso de humedad e hiperhidrosis, andar descalzo en lugares públicos, traumatismos repetitivos etc.

La uña presenta un cambio de coloración, engrosamiento e irregularidades de la misma e incluso puede llegar a desprenderse. Habitualmente no duele aunque pueden ocasionar inflamación periungueal (que ésta si es dolorosa), pero fundamentalmente tienen un componente estético muy importante.

Pie diabético

Uno de los principales problemas que suelen tener las personas que sufren diabetes sucede en los pies. Cuando existen niveles inadecuados de glucosa en sangre y otros factores como hipertensión arterial, hipercolesterolemia, etc, provocan un daño en los vasos y nervios, que pueden producirnos complicaciones a medio y largo plazo.

Los riesgos en el pie son por la disminución de la sensibilidad y la mala circulación del pie, que pueden derivar en la formación de una úlcera, que si se complica puede llegar a la amputación.

El cuidado y la información que se les debe dar a estos pacientes es muy importante para evitar llegar a esos casos extremos.

Consejos

  • Se deben observar diariamente los pies, buscando cualquier pequeña rozadura, herida o enrojecimiento.
  • Controlar seis lugares en la planta del pie: la punta del dedo gordo, la base de los dedos pequeños, la base de los dedos medios, también el talón y la parte exterior del pie y la planta.
  • Mantener los pies limpios, lavándolos a diario con agua tibia y jabón y tener cuidado con la temperatura del agua (no debe estar muy caliente, sin superar los 37 grados).
  • El secado debe ser minucioso, fijándonos en especial en la humedad de la zona interdigital. Se trata de mantenerlos hidratados, sin humedades ni callosidades. En el caso de que tuviese excesiva sudoración, se recomienda aplicar polvos de talco después del lavado diario.
  • Para cortar las uñas, se deben de utilizar tijeras de punta roma y lima de cartón. Todo ello, con buena luz y sirviéndose de la ayuda de una lupa y espejo, si fuera necesario. Nunca se deben utilizar tijeras de punta afilada, cortauñas u otros objetos punzantes. Tampoco limas metálicas, callicidas ni piedra pómez. Se deben cortar las uñas en forma recta evitando cortar los lados.
  • Nunca deben utilizarse calcetines sintéticos y con costuras gruesas, ni ligas o fajas que compriman y comprometan la circulación. Lo más adecuado es utilizar calcetines de fibras naturales (algodón, hilo o lana) y de tonos claros para la detección precoz de las heridas.
  • Para calentar los pies, no utilizar mantas eléctricas ni bolsas de agua caliente. Tampoco conviene sentarse cerca de estufas o braseros por el riesgo de quemaduras si la sensibilidad térmica está alterada.
  • Utilizar zapatos de piel, cómodos y amplios, donde cada dedo tenga espacio con holgura. También conviene que el pie esté bien sujeto, con calzado que se ate con cordones o velcro. Revisar cada día el interior del calzado con la mano en busca de cualquier cosa que, por pequeña que sea ( piedrecilla,...), nos pase inadvertida y pueda ocasionarnos una herida o rozadura.
  • Comprar el zapato a última hora de la tarde , que es cuando tenemos los pies más hinchados.
  • No andar descalzos y en casa utilizar zapatillas cómodas.

Pie geriátrico

Con el paso del tiempo nuestros pies han soportado muchos pasos y el peso de nuestro cuerpo, encima los hemos estado calzando con zapatos que no eran los apropiados. Esto ha hecho que los pies hayan tenido una serie de modificaciones que van produciendo una pérdida de tejido adiposo (amortiguación) y una mayor deshidratación (sequedad). También sus músculos, huesos, articulaciones… se ven afectados por el envejecimiento. Todo esto facilita un mayor número de lesiones en el pie. También tenemos que añadir muchas enfermedades crónicas como la diabetes, artrosis, problemas vasculares, ..Esto hace muy aconsejable el visitar al podólogo.

En nuestra clínica podológica de la Avenida Donostiarra trataremos sus problemas ungueales (engrosamientos, deformaciones…) y de piel como las callosidades, durezas, .. Haremos una prevención de úlceras en puntos de presión de sus pies y valoraremos la hidratación de la piel de sus pies. Todo encaminado a mejorar su calidad de vida.

Pie infantil

En la etapa infantil los pies se están formando por lo que tenemos que tener muy en cuenta el calzado que se va a utilizar, buscar en cada etapa del crecimiento el zapato adecuado:

  • Cuando es un bebé intentaremos no calzarlo, sólo ponerle calcetines, esto permite un mejor desarrollo. Si lo usamos, debemos buscar un zapato que no sujete el tobillo, de piel suave y suela flexible que permita una buena movilidad del pie.
  • Cuando el niño empieza a caminar buscaremos zapatos flexibles, antideslizantes y de piel, para que el zapato deje transpirar a los pies. No deben oprimir y deben tener sujeción con cordones, velcro o hebillas. Además, deben tener un contrafuerte duro para que dé estabilidad y evite desplazar los pies hacia los lados.
  • En los pies de los niños hasta los 3 años no hay que alarmarse a no ser que sufra patologías muy evidentes.
  • Los juegos y la actividad física ayudan al fortalecimiento, desarrollo y flexibilidad del pie.
  • Cumplidos los 3 años se recomienda la visita al podólogo para que se les valore.

En nuestra clínica podología de la Avenida Donostiarra le realizamos este estudio del pie.